La limpieza de graffitis en cristales y fachadas es un asunto peliagudo. Cualquier persona que viva en una ciudad se da cuenta, los graffitis están por todas partes y hay de todos los tipos. La forma de expresión artística de la cultura hip-hop inunda nuestra geografía urbana. Hay quien tiene muy buena opinión de los grafitis, y es verdad que en cierta medida confieren cierta personalidad a nuestras ciudades.
Ahora bien, eso ya no resulta tan bonito cuando es a uno al que le ocurre. Quizá seas uno de esos casos. A lo mejor algún artista callejero ha hecho un graffiti en la puerta de tu empresa, en el escaparate de tu negocio o en la pared de tu casa, y quieres librarte de él. En ese caso, te contaremos cómo suele funcionar un servicio de limpieza como el nuestro, para que la limpieza de graffitis en cristales y fachadas no oculte ningún secreto para ti.
Quitar graffiti lo antes posible
Enfrentarse a los graffitis es como hacerlo a una enfermedad: cuanto antes comience el tratamiento, mejor que mejor. Así que si ves que una de estas pintadas se cruza en tu camino, lo ideal es que te pongas en marcha cuanto antes.
En primer lugar, tendrás que identificar la superficie en la que se ha realizado. No es lo mismo la limpieza de graffitis en cristales que en paredes. Así como no es lo mismo que sea una pared lisa o texturizada, ladrillo o piedra natural, madera o mármol. Cada caso requerirá su tratamiento particular para que las superficies no resulten dañadas.
Además, hay distintos materiales con los que actúan los grafiteros. El método más clásico es el spray, una pintura en aerosol de toda la vida, pero también utilizan pintura plástica, rotuladores o, un sistema que está de moda últimamente, ácido fluorhídrico, que no sólo pinta, sino que también deja una marca profunda en los cristales. Esta gran variedad hace que tareas como limpiar un graffiti resulten más complejas de lo esperado, por eso lo mejor es acudir a alguna de las empresas de mantenimiento de edificios que existen.
Pinta la superficie
Una solución relativamente simple para quitar un graffiti de una pared es cubrirlo de nuevo con pintura. Claro, que tampoco resulta tan simple. Para eso hace falta, en primer lugar, dar con el color exacto de la pared. Y a no ser que seas un genio de las mezclas, casi seguro que vas a tener que pintarla entera otra vez, ya que de lo contrario te quedará un pegote de distinta tonalidad que no suele ser muy estético.
Utiliza un decapante
Hay muchos productos químicos en el mercado para quitar graffiti. Si haces una búsqueda en internet lo más probable es que encuentres multitud de referencias. Los decapantes se pueden encontrar en formato líquido o en gel, y son realmente eficaces. Eso sí, se recomienda andar con cuidado al utilizarlos, ya que pueden dañar algunas superficies al aplicarse, por ejemplo, aquellas que están pintadas o barnizadas. Por ese motivo, lo mejor es probarlos primero en una pequeña esquina del graffiti a modo de prueba, para ver cuál sería el resultado global.
Aplica agua caliente a presión
Este es un sistema antigraffiti que puede utilizarse en combinación con el decapante, por ejemplo, para eliminar los residuos, o por sí mismo, ya que en numerosos casos funciona para eliminar los rastros graffiteros. A través de una manguera a presión, se aplica agua caliente que sale con un gran fuerza y muy concentrada en un punto, para así despegar la pintura de la pared. Esto requiere hacer varios barridos a la superficie y a una velocidad reducida, para que toda la concentración y fuerza del agua sea efectiva.
Usa arena de sílice
También se utiliza con una manguera a presión, pero es mucho más efectivo que el agua sola. Mezclada con el agua, la arena de sílice erosiona la pintura a un nivel microscópico, también a base de barridos y de concentrar su acción. Esta arena de sílice no sólo quita los graffitis mucho mejor que el agua, sino que además no daña las superficies en las que se aplica. Por ejemplo, podrías poner la mano bajo el chorro que no pasaría nada.
Y después, prevención
La limpieza de graffitis siempre tiene una fase final de prevención. Ya haya sido una limpieza de fachadas o de cristales, es conveniente aplicar una capa protectora. ¿Y en qué consiste esta capa? En general suele ser un barniz antigraffiti, una especie de película protectora invisible, que no hace que se aprecien cambios ni en el color ni en la textura de la superficie. Este barniz funciona a través de microceras que impiden que la pintura se adhiera del todo, así luego una limpieza resulta mucho más fácil.