Es muy común que en estaciones de frío y lluvia se produzca la aparición de pequeñas humedades en las paredes de nuestros hogares. Las manchas de moho en las paredes pueden deberse a diversos factores como pueden ser la condensación o filtraciones originadas por una fuga en una tubería. En otras ocasiones solo se deben a la falta de limpieza en habitaciones que tienen una gran concentración de humedad. Por eso hoy queremos hablaros sobre cómo limpiar el moho de las paredes.
Una vez descubierta alguna mancha de moho en la pared conviene revisar la habitación en profundidad para descartar otros posibles focos de humedad detrás de muebles o cuadros. Lo recomendable es estudiar, con un profesional, la causa que ha provocado la aparición de la humedad y ponerle solución siguiendo su consejo.
De cualquier modo, la primera necesidad que tenemos es la de deshacernos de las manchas de moho de las paredes y que en ciertas ocasiones pueden llegar a ser perjudiciales, sobre todo para personas con algún tipo de problema respiratorio.
Cómo limpiar el moho de las paredes
Existen diferentes métodos para eliminar manchas de moho de la pared:
- Lejía: este producto desinfectante es perfecto para quitar el moho de superficies como azulejos, encimeras o cristal. Aunque pueda limpiarse el moho en paredes de yeso, finalmente acabará saliendo otra vez, ya que no es capaz de penetrar el material y eliminar el moho que se aloja en la parte trasera.
Para limpiar el moho con lejía, usa un barreño con agua y un chorro de lejía. Con ayuda de una bayeta aplícala sobre la zona. Hazlo hasta que hayas quitado el moho del todo. No olvides usar guantes y ventilar bien la estancia, lo que facilitará que se seque la zona.
- Vinagre blanco: no es tan efectivo como la lejía ya que es menos agresivo, pero funciona con la mayoría de tipos de moho, tanto en paredes como en azulejos. Este método consisten en rociar la zona afectada por el moho con vinagre y dejarlo actuar durante al menos 3o minutos. Después debes aclarar la zona con una bayeta húmeda en repetidas ocasiones y por último dejar secarlo bien.
- Amoniaco: eficaz en superficies de azulejo, vidrio o encimeras, Al igual que con el vinagre, se rocía sobre la mancha hasta empaparla y se deja actuar unas horas para después aclarar y dejar secar.
- Bórax: es un fungicida natural, por lo que es muy efectivo contra el moho y además es menos tóxico que la lejía. Limpia con un trapo seco o con papel los restos más visibles de moho y aplica una mezcla de agua con un poco de bórax con la ayuda de un cepillo.
Cuando se haya quitado toda la mancha, seca la zona con suaves toques con la ayuda de un trapo seco y deja ventilando la habitación.
- Bicarbonato: es muy útil para hacer desaparecer el olor a humedad de las estancias en las que ha aparecido moho. Bastará con una cucharadita en un vaso de agua. Se mezcla bien y se pulveriza la zona, para después frotar y enjuagar con agua. Si aún quedan restos será necesario volver aplicarlo. Seca toda la zona con un trapo seco hasta que desaparezca humedad.
- Agua oxigenada: es un antibacteriano muy efectivo contra el moho. Para que funcione debemos rociar la zona de la mancha con el agua oxigenada y dejarla actuar unos minutos. Después con ayuda de un trapo húmedo frotaremos a fondo la mancha. Y por último, retiraremos todos los restos con un trapo limpio hasta que desaparezca cualquier resto de moho.