No sabes cómo, pero hoy te has levantado convencido de que querías instalar un huerto con sistema de riego por goteo en tu jardín. Así, el montaje completo, sin medias tintas. Quizá se deba a que echas de menos el pueblo, quizá hayas tenido alguna mala experiencia reciente con la fruta y la verdura (¿la ensaladilla rusa de aquel bar de mala muerte?), o quizá simplemente te estás volviendo maduro y responsable. Lo que sea. Podrías contratar nuestros servicios de jardinería a cargo de empresas de jardinería especializadas. El caso es que te apetece embarcarte en el maravilloso mundo del riego por goteo por tu cuenta. Bueno, allá tú.
Ya no dejas de pensar en todos los hermosos frutos que vas a obtener. Empiezas a soñar con tomates rojos y orondos, lechugas que se expanden resplandecientes, cebollas puras y contundentes que te hacen llorar (literal y metafóricamente). Por fin recordarás a qué sabe la verdura de verdad, y no la de plástico del supermercado, y no hablemos ya de todo el dinero que vas a ahorrar, qué maravilla. Venga, va, te lanzas.
¿Cómo funciona el sistema de riego por goteo?
Frente al riego manual, este sistema tiene varias ventajas. En primer lugar, es automático. En efecto, eso significa que con que lo dejes todo preparado una vez, cuides bien los detalles aquí y allá y compruebes que todo va bien de vez en cuando, él solito hará todo el trabajo de proveer de fresca vida a tus plantas. Y te quitas el engorro de andar pendiente todos los días, que una cosa es amor por la agricultura y otra cosa es esto.
Por otro lado, aplica el agua directamente a la zona en la que las raíces pueden beneficiarse de ella, ya que cuando instales el gotero lo harás apuntando hacia ahí. Así te aseguras de que obtienen todo lo que necesitan. Todo ello sumado a que, como su nombre indica, es gota a gota, hace que optimices el uso del agua al máximo. En resumen, con esta automatización ahorras esfuerzo, tiempo y agua. No está mal.
¿Qué necesitas para una instalación de riego por goteo?
En primer lugar, la voluntad. Ya, ya sabemos que estás en esa fase de devoción. Correcto. Aparte, necesita una serie de materiales básicos. Todo depende también de cómo de grande sea tu huerto o de su disposición, pero las herramientas que vamos a sugerirte digamos que sirven para la gran mayoría de huertos en casa siempre y cuando no tengas en mente exportar tus productos a gran escala
- Grifo, toma de agua o pequeño depósito: De aquí es donde saldrá el agua que nutrirá a tu huerto. Puede ser bien un grifo que tengas en el jardín, una toma de agua o, si no tienes ninguna opción cerca, siempre puedes montar un pequeño depósito con alguna garrafa o cubo con una salida para el agua en la parte baja.
- Programador: Se trata de un dispositivo electrónico que se conecta a la toma de agua y la corta o la deja pasar según tú lo hayas establecido. Suele funcionar a pilas.
- Regulador de presión: Técnicamente no te hace falta, pero es muy recomendable, porque la presión del agua que sale del grifo es mayor que la que necesita el huerto. Así, esta herramienta tiene funciones de protección.
- Tuberías: Pueden ser tuberías con goteros ya integrados o tubos a los que tú mismo realizarás pequeños agujeros. Según lo que prefieras. También necesitarás piezas auxiliares para los giros y ángulos que las tuberías necesitarán tomar.
¿Cómo realizar la instalación de riego por goteo?
Una vez tengas todos los materiales, montarlo no es muy difícil. Conecta en primer lugar el temporizador al grifo o la toma de agua. En caso de que te hayas decantado por el depósito, recuerda colocarlo en lo alto, para que la ley de la gravedad haga su efecto y el agua tenga fuerza suficiente para llegar a todos los puntos de la instalación. Si has adquirido el regulador, conéctalo al programador.
A continuación, se trata de conectar una serie de tuberías de hacia la huerta, de manera que los goteros o los orificios queden justo encima de las plantas que quieras regar. Hay varias opciones y cada huerta es un mundo, pero una bastante habitual es llevar una tubería central de la que salgan ramales hacia los lados, en perpendicular, para cubrir una zona rectangular. Asegúrate de que el agua cae, como hemos dicho, en donde las raíces puedan absorberla cómodamente.
A partir de ahí todo es imaginar la disposición que más se adecúe a tu huerto. Pero con un poco de esfuerzo e imaginación (no todo va a ser trabajo mecánico), tu sistema de riego por goteo estará listo en un plis plas y pronto podrás disfrutar de esos deliciosos tomates con los que soñabas.